Hoy en vez de aconsejaros un libro, enseñar cómo se juega con algún juego o comentar alguna noticia de interés dentro del Sector Educativo os voy a contar una historia real que me ocurrió en el pasado mes de Diciembre.

Sucedió unos días antes  de Navidad; recibí una llamada en Dideco Pamplona de una persona cuyo nombre no voy a desvelar y que me decía que una sobrina suya tenía unas MARIONETAS (..de esas de toda la vida), que se las habían comprado en Dideco ,que a su hija le encantaban y que se las había pedido al OLENTZERO.

marionetas

Lo que sí os digo es que era de un pueblecillo de Bizkaia y llamaba a Pamplona por cercanía pensando en que así le llegarían antes.

Le  comenté que en ese momento no las tenía en tienda y que podía hacer el pedido directamente en la web para que le llegaran antes al quedar muy pocos días para la noche en cuestión. Su respuesta todavía no la he olvidado «…sabes lo que pasa… es que soy un CAZURRO INFORMATICO y a mí eso de la informática…..» Me dejó muy claro su imposibilidad de usar cualquier herramienta informática y me pidió por favor si se las podía mandar a casa directamente.

Quedaban pocos días para esa noche así que hablando con él quedamos en que yo le mandaba las marionetas por correo a la dirección que él me indicaba y cuando él pudiera, puesto que trabajaba en el campo, me haría una transferencia al número de cuenta que yo le diera.

No nos conocíamos de nada, a penas habíamos hablado por teléfono pero algo había en su voz, en la forma en que me lo había pedido y en su sinceridad ante la falta de conocimientos en el mundo informático que me hizo no dudarlo.

Una mañana en cuanto llegaron las marionetas a la tienda fui a Correos (la cola en esos días era enorme) confiando también en que ellos con los pocos días que quedaban también cumplieran y no hubiera retrasos debido a la cantidad de envíos de esas fechas.

Para que le llegara a tiempo tuve que solicitar un porte especial por lo que aumentaba el coste así que volví a ponerme en contacto con el cazurro informático para decirle el precio final. Su respuesta fue que para adelante haciéndome hincapié en lo importante de la fecha de la entrega.

Y así fue;  la mañana del Olentzero me llamó para decirme que habían llegado sin ningún contratiempo y unos días después recibí una transferencia (estaba completamente seguro que iba a ser así).

No he vuelto a saber nada de él.

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